5 Recordatorios sobre el miedo a la muerte
- psigrupoviveplus
- 22 jun 2020
- 2 Min. de lectura
En algún momento, todos hemos tenido temor a la muerte, ya sea la propia o la de algún ser querido. Es importante reconocer que este sentimiento puede traernos sensaciones desagradables, pero debemos recordar que tenemos la capacidad de que estas sensaciones no se queden para siempre en nosotros.
A continuación anexamos los 5 recordatorios sobre el miedo a la muerte, desde la filosofía budista, con el propósito de generar una reflexión:
1. Por mi naturaleza estoy destinado a envejecer. No hay forma de huir del envejecimiento.
2. Por mi naturaleza estoy destinado a caer enfermo. No hay forma de huir de la enfermedad.

3. Por mi naturaleza estoy destinado a morir. No hay forma de huir de la muerte.
4. Todo cuanto quiero y las personas a las que amo tienen la naturaleza del cambio. No hay forma de evitar tener que separarme de todo ello. No puedo retener nada. Vengo con las manos vacías y me voy con las manos vacías.
5. Mis acciones son lo único que realmente me pertenece. No puedo huir de las consecuencias de mis acciones. Ellas son la base que me soporta.
La forma para enfrentar el miedo a la muerte desde esta filosofía, parte de la idea que todo es impermanente, cambiante y dinámico. Es decir, todo pasará en algún momento: lugares, cosas, personas y situaciones. Al tener esta noción, habrá menor aferramiento y menor sufrimiento.
Todo es interdependiente: "nuestros actos influyen en otros y los actos de otros influyen en nosotros; si siembro una semilla, en unos años tendré sombra y alimento, si no cuido mi cuerpo me enfermaré y enfermaré a los demás. En pocas palabras, hay una serie de conexiones entre todos los seres.
Finalmente, debemos considerar que nada surge por arte de magia, todo es una cadena de acciones y reacciones.
Si se entiende esta forma de concebir el mundo y se lleva a la práctica, existirá una menor probabilidad engancharse al sufrimiento.
Si te interesa llevar a cabo un proceso terapéutico mediante este tipo de ejercicios, te recomendamos la terapia en atención plena o mindfulness.
Fuente:
“El arte de cuidar a tu niño interior” Thich Nhat Hanh.
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